martes, setiembre 02, 2008

los lagos de la llanura

caminando noche y día, descansando en el vivaq criollo.bajo las estrellas.escuchando los gruñidos de perros cimarrones.calentados del frio pampero por las brasas, restos del fogón.
Así estamos, así vamos, en esta época de pocas heroicidades y muchos sueños.Pero algunos de nosotros velamos, vigilantes, atentos al rumor, que trae el viento, sobre nuestros pasos, sobre nuestos aconteceres, sobre nuestras búsquedas.
Somos así, y aquí estamos.En misión de reconocimiento, abriendo caminos en la noche austral, bajo la cruz del sur nos movemos, trazando límites juridiccionales, usando la medida criolla, la legua: al galope manos férreas aferran el tiento que sirve para medir legua tras leuga y solo orientados por la brújula del europeo que nos guía.Criollos y gringos buscando tierra en la nada horizontal, sin ecos, con sonidos claros consisos; durmiendo sobre el apero, velando, el día de mañana.así vamos rumo a LA FRONTERA.
Allí nos esperan las lagunas del llano,saladas.
agua y tierra saladas, desierto de sal.
Pero sabemos que esta tierra yerma, que no es nuestra tierra, es hermana.
Recordamos nuestro solar, pequeño solar, querido, y nos sentimos nuevamente dueños de nosotros mismos, que en este lugar quiere decir dueños del universo, de toda la tierra.
Somo charrúas en la tierra del pampa.
somos de esta tierra pero esta tierra no es nuestra, la estamos demarcando.
Somos nativos que han venido acompañando al francés, el hombre de la brújula.
Venimos de nuestros pagos orientales, y nos encontraremos con nuestros hermanos.aucas.
Esos somos, lagunas de humanidad en el desierto.
un solo hombre americano,
un solo nativo,
una sola tierra para vivir.

no es posible elegir, ya ha sido realizada la elección.
y aunque el agua sea salada, no desesperamos hasta encontrar el rio de agua dulce...
dulce como mar.